lunes, 24 de marzo de 2008

- "Pepin"

Y no me refiero a Pepito el de los cuentos mexicanos, ni a un niño pequeño, aunque su alma si es la de un niño. Me refiero a un ser hermoso, que nos contagia de su alegría, a quien escucho de vez en vez, pero cuánta huella deja. Es un Señor de 60 o más años, que contagia con su alegría de vivir. Y esto fue lo que me inspiró. Espero que les guste.




Pepin
Ita Mex

Hay una voz traviesa
Que inunda el espacio cibernético.
Llega como una ráfaga de viento
Que refresca y alegra el ambiente
Hace un saludo lindo y breve:
Nos cuenta de las hazañas de su cuerpo
librando, ahora, batallas fuertes
que tanto en años anteriores
como en éste, da muestras
de fe, entereza y fortaleza.
Y que aún cuando la pelea es fuerte
no logra trastocar la gallardía,
el amor y la plenitud de su alma
que queda intacta, permanece inocente.
Y aun cuando su gran experiencia
Le permite erigirse como un sabio
humildemente se llama al silencio
y se dispone a escuchar, interesado
porque ciertamente sabe, como es,
que aún hay mucho que puede aprender.
Y así como llega, y nos sorprende
de repente anuncia que se marcha
se retira dejando un rastro de alegría
de voluntad y gallardía, sin imaginar
cuánta frescura y enseñanza
dejó en quienes lo escuchamos.
Gracias por su ejemplo ¡valiente!
gracias por su corazón ¡hermoso!
Usted, como mi madre,
es un luchador incansable
y tanto como de ella, tiene en mi
a una mujer que lo admira.
Marzo 23 de 2008

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